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¿Tocar didjeridu te conecta con los aborígenes?

No hay respuesta para esa pregunta.

Dhukaḻ Wirrpanda
Lider del clan Dhuḏi-Djapu

Muchos músicos de didjeridu no aborígenes sienten que tocar el instrumento forja una conexión entre ellos y los aborígenes, o entre ellos y el “dreamtime” o tiempo de los sueños. Lo primero que hay que entender es que los Yolŋu rara vez usan la palabra “dreamtime”. Parece ser una pobre traducción de una palabra proveniente del desierto central, que ha sido aplicada a todo el continente. Los Yolŋu han aprendido a utilizar la palabra “dreamtime” y “dreaming” porque los extranjeros parecen entenderlas, pero no son traducciones de palabras o conceptos yolŋu.

Lo siguiente es que la cultura yolŋu y la religión son muy específicas a las identidades de cada clan, entiéndase lugares, canciones, bailes y pinturas que invocan poderes específicos. Simplemente tocar el didjeridu, especialmente en otro lugar, no es lo mismo que tocar yiḏaki, como parte del todo que supone la ley yolŋu (rom) a la que pertenece. Raymattja Marika-Munuŋguritj escribió una vez sobre la rom yolŋu,”…la gente no puede existir independientemente de su entorno.” Los Yolŋu existen en el suyo, y vosotros en el vuestro. Tocar el didjeridu puede despertar algo en vuestro interior que puede incluso abriros al poder de vuestra propia tierra, e inspirar sueños sobre el origen del instrumento. Disfrutad y exploradlo, consideradlo una llamada para visitar la Tierra de Arnhem, establecer conexiones personales y aprender algo real sobre este lugar y su cultura.

Los Yolŋu como Djalu’, que creen que el yiḏaki se está extendiendo por todo el mundo como un modo de conectar a la gente y tocar sus vidas, sigue hablando de los asuntos yolŋu como algo separado del yiḏaki, que es para disfrute de todos. Como dice Wukun, el instrumento no es para tratar de ser más Yolŋu, sino para mejorar como persona. Los Yolŋu no necesitan gente que los idolatre y que quieran ser como ellos. Necesitan gente que conozca su propia identidad, de su propia tierra natal, para que pueda haber un intercambio y un apoyo mutuo entre culturas.

Wukuṉ – el yiḏaki no os convierte en nada parecido a Yolŋu. Os puede ayudar a crecer, con vuestra identidad en vuestro propio lugar.

Muchos extranjeros han descubierto el didjeridu y viajado a Australia para conocer a los dueños tradicionales. Algunos han trabajado para llevar a los Yolŋu a sus propios países. Estos son claros casos en los que el instrumento ha estableciendo una conexión. Esto es el tipo de conexión que los Yolŋu reconocen; física, no metafísica, inspirada por este objeto físico que ha llegado a todo el mundo por alguna razón. Como declaró Buwathay anteriormente, son solamente los que vienen y conviven con los Yolŋu durante mucho tiempo, los que establecen conexiones personales y espirituales profundas reconocidas por los Yolŋu.